
Una moda digital antes debía centrarse únicamente en un mercado como los gammers donde con una baja inversión podían generar una alta rentabilidad obteniendo un nuevo público más selecto; ahora puede expandir sus horizontes ya que cualquier persona podrá tener su propio avatar, podrá vestirlo con lo que quiera y como lo quiera, ser de hecho dueño o dueña de esa prenda y obtener criptomonedas a cambio; cualquier ser humano podrá tener su homónimo para jugar, viajar, comprar e interactuar con millones al mismo tiempo, no importa su ubicación física, y donde ni siquiera el tiempo es importante.